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AMD comienza a tomar ventaja en bolsa respecto a Intel

Bien podríamos describir la lucha de AMD vs. Intel como un David contra Goliath, en el que normalmente ganaría el segundo y en contadas ocasiones el primero. En este caso está claro que David (AMD) está empezando a ganar la partida a una gran corporación como es Intel o, al menos, comienza a recortar distancias a pasos agigantados.

Mientras AMD ha crecido un 1600% en últimos 5 años, Intel lo ha hecho solo un 38%. Estos datos económicos, fiel reflejo de una situación que ha proliferado en los hogares gaming de todo el mundo, muestran cómo los usuarios de a pie se comienzan a decantar en gran medida por las cpu’s Ryzen (AMD), con arquitectura Zen3, ya dejando un tanto marginados las míticas cpu’s de intel de serie 10 y 11.

En la siguiente tabla vemos una comparación de FPS entre CPU’s AMD e Intel:

Y esa mejora de rendimiento que sacamos con AMD se ve reflejada de forma directa en el nivel de ventas de la compañía pequeña, que si la tendencia no cambia pasará a ser la grande.

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¿Qué SSD externos comprar para PC, PlayStation y Xbox?

Una de las más encarnizadas batallas en el mundo de los videojuegos tiene lugar fuera de los mismos: la lucha por el almacenamiento. Si bien la industria realiza grandes avances en lo que respecta al hardware, lo que deriva en una cada vez más atractiva calidad gráfica, mayor velocidad y un audio de mejor calidad; el almacenamiento sigue representando problemas para los jugadores. Algunos gigantes, como Sony o Microsoft han hecho avances dotando a sus últimos lanzamientos con unidades SSD de gran velocidad. Traduzco: tiempos de carga frenéticos e instantáneos como el Nesquik y cambios drásticos entre juegos.

Si bien eso ya estaba presente en la industria, que disfruta de un amplio repertorio de alternativas de almacenamiento SSD, tanto Solid State Drive como M.2, los pasos que se dan hacia una mayor velocidad flaquean en cuanto a disponibilidad de espacio. Este recurso, tan necesario en el sector en el que nos encontramos, y que puede arruinar la celebración de la creciente velocidad obtenida.

Teniendo en cuenta que los juegos requieren cada vez más y más almacenamiento, nos hayamos frente al debate: mejor la veloz liebre o la cargada tortuga. Los juegos que predominan en la actualidad requieren un espacio cada vez mayor, contrariamente a los portátiles, consolas y equipos de sobremesa pre-montados del mercado suelen recortar en GB justamente, teniendo que ampliarlo el usuario a posteriori y con el consiguiente desembolso.

Lo bueno de esto sigue siendo la personalización, pues se puede realizar de múltiples maneras dependiendo de las necesidades y los presupuestos de cada uno. Si se necesita un gran espacio, los HDD externos siguen siendo la opción ideal pues se consigue un gran número de GB, o incluso TB, pese a la remarcable pérdida de velocidad. Si en cambio priorizamos esta última, preferiremos gastar algo más, renunciando al espacio en caso de saber gestionarlo, podemos optar por una SSD externa.

Si nuestro caso corresponde al segundo, es decir que priorizamos a velocidad conociendo la capacidad del equipo o consola, querremos hacernos con un SSD externos con el que ampliar el espacio de base. Tanto si es en Xbox, PlayStation, PC o portátil gaming habremos de tener en cuenta los siguientes aspectos para acertar con la compra lo máximo posible.

SSD externos para consolas y equipos informáticos: consideraciones a tener en cuenta

SSD externo vs. HDD externo: la eterna pelea

En cuanto al almacenamiento externo en nuestras consolas y equipos, nos encontramos ante dos opciones principales: HDD y SSD. Los HDD, o Hard Disk Drive, son los discos duros tradicionales mecánicos que cuentan con piezas física y móviles, resultando más económicos por una gran cantidad de espacio. Sin embargo, flaquean en cuanto a rapidez, terreno en el que destacan las SSD. Estos últimos se asemejan a los SSD internos que encierran las últimas consolas y ordenadores portátiles gaming que han salido al mercado. Pero contrariamente a estos, los SSD externos se pueden conectar y desconectar externamente, mediante cable; permitiendo así poder desplazarlos con nosotros cómodamente.

Compatibilidad con las plataformas de juegos

Una de las primeras cosas que hay que mirar en un SSD externos es fijarse en que sea compatible con nuestro dispositivo, sea este el que sea (Xbox, Pc, PlayStation…). Cuando hablamos de un PC resulta sencillo: estas unidades son compatibles con cualquier unidad de ordenador o portátil. La cuestión es saber escoger una compatible con las consolas, con las que hay que estar más atento. De todas formas, las consolas que predominan en el mercado, tanto de la última generación como un par anteriores, no habrían de dar problemas. La mayor parte de las veces basta con enchufar el SSD, formatearlo en la consola en el formato adecuado y un par de detalles más.

Almacenamiento disponible

Ya hemos mencionado que el talón de Aquiles de los SSD, tanto en general como externos, es justamente el espacio. Sí existen unidades con altas capacidades de espacio, pero estas llegan a precios… destacables. Como con los HDD mecánicos, también contamos con SSD que van desde pocos cientos de GB hasta 1 TB, siendo los últimos perfectos para la descarga de muchos juegos y actualizaciones debidas para con estos. Pero la relación GB-euros más alta cuando hablamos de estas unidades de almacenamiento.

Conectividad

Ya sea HDD o SSD interno, se pueden conectar de varias formas a los distintos medios gaming: mediante cable SATA, directamente a placa base etc. Pero hablando de los dispositivos externos, la conexión pasa por distintos tipos de cable. El más común es un USB, el cásico tipo A o el nuevo tipo C. En cuanto al primero, no habrá problema ni en consola, ni en portátil ni Pc. Pero con el tipo C, ya que no todos los dispositivos lo permiten este tipo, hay más problemas. Lo bueno es que la mayor parte de los SSD externos incorporan cables o adaptadores de ambos tipos por protocolo. Y si no, siempre podemos comprar un adaptar propio por un precio razonable.

Precio: para diversos presupuestos

Tras lo anteriormente mencionado, podemos centrarnos en el temido “precio”. Esto dependerá del budget individual del que cada uno disponga, además de las necesidades específicas. Si tenemos intención de centrarnos en un par de juegos a los que les somos leales, bastará tirar de los SSD más pequeños y, por ende, más asequibles. Por el contrario, si prevemos que necesitamos incluso más de 1 TB, para olvidarnos así de posibles problemas de espacio, entonces tendremos que estar dispuestos a pagar por aquellos cuyo precio es más alto, pero nos aseguran no solo velocidad sino gran cantidad de espacio que dedicar a videojuegos, tanto los presentes como los venideros.