Pero no temas, aunque tu alfombrilla haya creado un pequeño nuevo mundo, un tierno ecosistema de tamaño reducido del que tú mismo eres el creador (el uso intensivo hace su parte, el resto la haces tú picando mientras trabajas o juegas), aquí te enseñaremos a darle una buena limpieza y a hacer que este recupere su limpieza y brillo de antaño.
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Cómo limpiar la alfombrilla según el material
Uno de los aspectos más influyentes en esto será la composición de la alfombrilla, pues de esta dependerá cómo has de proceder en su lavado y cuidado. A continuación, te presentamos una guía, una vez hayas reconocido uno de los materiales más utilizados para las alfombrillas de los ratones, que suelen ser:
- aluminio
- plástico
- tela
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Aluminio
El material más fácil de limpiar, ya que se trata de uno que no absorbe la suciedad como pasa con aquellos que presentan mayor porosidad. La mayor parte de las manchas y la suciedad se limpian tranquilamente con un trapo previamente humedecido levemente. Antes de ir a por productos más peligrosos o “químicos”, ya que no conoces exactamente cómo este puede influir en el material. Se trata de alfombrillas resistentes que pueden permitirse el lujo de ser limpiadas una vez a la semana de esta manera.
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Plástico
Lavar una alfombrilla de plástico también es bastante sencillo, pues al tratarse de alfombrillas rígidas, con un paño suave o una toalla húmeda debería ser suficiente. Sin embargo, se habrá de tener cuidado con las manchas si se derrama un líquido encima, por lo que conviene tener algo a mano para secarlo en caso de derramar algo y que esto no deje mancha alguna.
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Tela
Este es el material más habitualmente usado, ya que son reconocidas por su comodidad y bajo precio. Desgraciadamente también son las que más fácilmente se ensucian y presentan un deterioro más rápido. Su limpieza ha de realizarse con esmero pues su tejido va acumulando suciedad y polvo, además del deterioro que va sufriendo constantemente. A esto se le suma un especial cuidado que dedicarle para que la capa de tela superficial no se despegue de la base.
Tu mejor aliado serán las toallitas para bebés, ya que si el olor no te produce malestar se trata de una solución poco dañina y barata, además de rápida. Si la suciedad se hace de rogar siempre puedes usar spray limpiador para tapicería, frotando con suavidad con ayuda de un paño que encuentres por caso (evitar aquellos muy rudos) para eliminar las manchas.
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Y si tu alfombrilla no aguanta ni un día más y prolongar su vida solo le genera a ella y a ti problemas y dolor… es hora de comprar una nueva. En nuestra web tienes todos los periféricos y accesorios que necesitas para completar tu set up.
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